sábado, 27 de abril de 2013

El derecho a la ciudad


El derecho a la ciudad

Desde este programa radial seguiremos insistiendo en la urgencia de superar la desigualdad social, cuyas consecuencias son la pobreza y su reproducción inter generacional que, en  nuestro país,  tiene hoy mayoritariamente rostro urbano. Seguiremos destacando la falta de políticas públicas para hacer de nuestras ciudades lugares en donde se desplieguen oportunidades para la mayoría de la población.

Y seguiremos insistiendo en que las ciudades son mucho más que infraestructura, transporte y edificios. Son lugares que concentran las aspiraciones y esperanzas de la mayor parte de los habitantes de nuestro país; de millones de personas que se ven privadas del derecho a la ciudad.

¿En qué consiste el derecho a la ciudad?

En asegurar a todos/as el acceso a bienes públicos de calidad, entre los cuales, el suelo urbano servido, el aire limpio, la seguridad, el transporte, los espacios públicos, las áreas verdes, la vialidad, los equipamientos comunitarios y la dotación de todos los  servicios. Estos bienes públicos, imprescindibles para asegurar la calidad de vida urbana y la sustentabilidad de nuestras ciudades no pueden depender sólo del mercado y la capacidad económica de las personas y familias para acceder a ellos.

Los altos niveles de desigualdad al interior de nuestras ciudades y barrios tienen negativas consecuencias sociales, económicas, ambientales y políticas que ponen en peligro su desarrollo futuro. La falta de equidad en el acceso al desarrollo urbano crea fracturas que, además de generar enormes externalidades negativas (que son los costos no controlados producidos por una o más actividades), pueden incrementar la violencia y la inseguridad. 

Hacia una política nacional de desarrollo urbano

El siglo XXI marca la era de las ciudades, que, en todo el mundo,  están en el centro de las agendas públicas y privadas, ya que,  más de la mitad de la población mundial,  habita áreas urbanas y, en muchas de ellas, en condiciones de creciente desigualdad.  Por esto, las políticas urbanas ocupan hoy un lugar central en las agendas de desarrollo, y lo seguirán ocupando en las décadas siguientes.  

De ahí la importancia de construir una Política Nacional de Desarrollo urbano que, tal como lo viene haciendo un país como Chile,  “otorgue coherencia a la acción del Estado y fundamentos a la construcción de ciudades más justas y sustentable”, que tenga al Estado como “garante del bien común, ejerciendo el rol coordinador de los procesos del desarrollo urbano, focalizando, territorializando y concertando los recursos públicos hacia la población y zonas más vulnerables, facilitando los procesos de efectiva participación ciudadana, y ampliando la provisión de bienes públicos” y también creando “los incentivos y regulaciones adecuadas para garantizar el buen funcionamiento de los mercados urbanos y la provisión sostenida, equitativa y competitiva por parte del sector privado de bienes y proyectos urbanos de calidad”.

Antiguos y nuevos supuestos

ANTIGUOS SUPUESTOS
NUEVOS SUPUESTOS
Las ciudades son un problema. 
Las ciudades son la mayor fuente de innovación y desarrollo del siglo XXI.
Las políticas públicas deben limitar el tamaño y crecimiento de las ciudades.
Las políticas públicas deben concentrase en el funcionamiento eficiente de las ciudades, no en el tamaño.
Los barrios vulnerables son una carga para el desarrollo de las ciudades. 
Los barrios vulnerables pueden aportar mucho al desarrollo  económico y urbano, si se les integra.
Los barrios vulnerables son focos de  criminalidad y degradación.
Los barrios vulnerables concentran a las comunidades con mayores niveles de capital social, perseverancia y compromiso cívico.
Las ciudades son los enemigos en la lucha contra la degradación ambiental.
Las buenas prácticas urbano-ambientales son las que más contribuyen a la sostenibilidad ecológica global.
El Estado es el único responsable de generar soluciones a los problemas urbanos.

Las soluciones más creativas y efectivas surgen desde la comunidad organizada y del emprendimiento de las personas.
La centralización es la única solución para la gestión de las ciudades.

La gestión descentralizada facilita relación entre las demandas de la gente, los recursos disponibles y el gobierno del territorio.

Editotial 9 – Programa radial OTIRI, LA CIUDAD EN DEBATE

Mabel Causarano
Federico Franco – Troche
Vladimir Velázquez Moreira